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20080314

nosolojotas

las expresiones folkies aragonesas no se quedan en una jota, invento adquirido tardío. sorprenden los romances, como piezas fascinantes.

a continuación os dejo con el romance de la delgadina.
recuerda que junto al link de comentarios está el de escucha este post; interpretaciones maquinales sólo para auriculares.
hazte una idea escuchando aquí un midi.

Un rey tenía tres hijas
más hermosas que la plata
de las tres la más pequeña
Delgadina se llamaba.
Un día estaba comiendo
su padre se la miraba
¿qué miras, papaíto,
qué me miras a la cara?
¿Qué te he de mirar, hija mía?
Que has de ser mi enamorada.
La encerraron en un cuarto
en lo más alto de la casa
y no le dan de comer
sólo las hierbas amargas
y no le dan de beber
sólo las aguas saladas
con el rosario en la mano
se asoma la Delgadina
tan triste y desconsolada
con el rosario en la mano
que a la Virgen le rezaba
por ese que hay en la Cruz
y la reina soberana.
Subidle a tu Delgadina
unas gotitas de agua
yo bien te las subiría
pero el padre no nos deja
en cada fuente un león
y en cada esquina un guardia
y en cada gota que falte
la cabeza nos cortara
se quita la Delgadina
tan triste y desconsolada
que a la Virgen le rezaba.
Cuando subía su padre
Delgadina muerta estaba
y los ángeles del Cielo
las campanas repicaban.

obtenido vía arafolk

20080114

lugares propicios para el amor

Inventario de lugares propicios al amor en Tratado de Urbanismo, 1967.

Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve.
Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
- sin interés alguno -
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
¿Adónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.

Ángel González
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después de escucharle recirtar algunos de sus poemas en un programa del 2005 que ha recuperado hoy la estación azul de radio3, me he quedado con este. lo más bonito es que no habla sólo de amor, es una crítica al sistema franquista y su censura en particular. el amor como revolución , como sutileza para superar una censura. como búsqueda de huecos para expresarse. se nos ha ido un gran poeta, pero nos queda su obra.